Cristina Sarasola, natural de San Sebastian de 22 años y Licenciada en Periodismo, decidió involucrarse con el voluntariado desde que comenzó la carrera es por ello que cuando al terminar la carrera decidió dedicar un año a involucrarse de lleno con las causas sociales, organizar y sacar adelante proyectos que son parte de la realidad de UAS.
¿Cómo coordinas todas las áreas?
A través de las reuniones semanales que tenemos ponemos en común lo relativo a cada área. Para estar en contacto con los coordinadores tenemos un sistema de intercambio de impresiones y aporte de información a través del mail. Cuando surge algún tipo de problema en la asociación o entre la asociación y los coordinadores, somos UAS los que nos ponemos en contacto con la asociación y solventamos los problemas que hayan acontecido.
¿Cómo defines tu trabajo?
Gratificante pero a la vez complicado ya que está formado por personas, y por ello es complejo. Se depende de la gente para sacar UAS adelante, no vale con la mera presencia sino que hay que estar al pie del cañón siempre. Las personas no reciben retribución por su trabajo sino que son voluntarios que se entregan por una causa.
¿Qué les cuentas a las personas para que se incentiven?
Por norma general las personas que tienen el espíritu de ayuda vienen ya incentivadas, saben qué les gusta y viene buscando algo por lo que entregarse, ayudar a los demás y poder ser útiles para alguien. Los que empiezan de normal no lo dejan sino que proponen nuevas iniciativas y traen nuevos voluntarios. A veces es difícil el compromiso en detalles como el día, hora… porque a esto hay que añadirle los problemas de cada uno y las realidades de la carrera de cada voluntario. Por ello muchas de las veces hay que insistirles en que el compromiso es algo de lo que los discapacitados y niños dependen.
En cuanto a los villancicos de este año, el Valle del Roncal ha participado de nuevo, y nos ha brindado con sus sonrisas y la alegría que ponen en las cosas.
Sí, la verdad es que se ha convertido en tradición. Empezó por su disponibilidad y se ha convertido en una especie de tradición, es una manera de que se desfoguen, cambien de ambiente. La verdad es que estas personas se lo pasan genial en su momento de gloria. Son felices y disfrutan cantando. Cada año quieren repetir.
Cada proyecto que saca UAS, está sustentado por su filosofía de contribución y ayuda.
Su espíritu hace que el proyecto pueda salir adelante. Los proyectos anteriores son:
Solidariun, al principio del nuevo curso en el que se recaudó alrededor de 2000 €.



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